El quinto planeta del Principito
En su travesía por recorrer la galaxia, el niño llamado Principito se encontró en su camino con un quinto planeta, este al parecer era el más pequeño de todos los que había visitado hasta el momento, provocando una singular impresión en el chiquillo. Al adentrarse en el diminuto pedazo de tierra, el pequeño aventurero se percató que en el planeta vivía una sola persona, dicho personaje era un farolero que era el encargado de administrar el único farol existente en el planeta. Aún así, el Principito no lograba todavía explicarse la funcionalidad de este sujeto en un planeta tan pequeño y sin casas, lo que culminó en una curiosidad y en una reflexión absoluta por parte del menor en ese instante rodeado por la incertidumbre y el asombro.
José Miguel Moreno Trincado
La Tierra
El pequeño aventurero, ente tanto planeta que anduvo recorriendo, pudo visualizar uno muy particular. Se trataba del Planeta Tierra: hogar de numerosas familias y de enormes cantidades de personajes por conocer. El Principito pudo constatar que dicho planeta no era un lugar cualquiera ni mucho menos un terreno común y corriente, es más, allí habitaban once reyes, siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de borrachos, trescientos once millones de vanidosos. Todos ellos personas mayores y sin contar a los reyes negros.
José Miguel Moreno Trincado
Aviador queda atrapado en el Sahara
Un aviador llamado A.De Saint – Exupéry quedó atrapado en el desierto del Sahara, cuenta que tuvo un problema con el motor, se había estropeado. Sin ayuda de un mecánico o pasajero se dispuso arreglar el motor el mismo. Pero no se enfrentaba al avión nada más, sino que tenía agua solo para ocho días. La primera noche de su naufragío relata: “La primera noche me dormí sobre la arena, a unos mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un naufragio en una balsa en medio del océano”. Sin saber si real o era una alucinación vio a un pequeño ser, llamándolo “El principito” que estuvo acompañandolo durante su extravio en el Sahara.
María Fernanda Lara
Como todo mundo sabe en el planeta tierra es normal que al ser mediodía en Estados Unidos, en Francia se está poniendo el sol. Sería suficiente poder trasladarse a Francia en un minuto para asistir a la puesta de sol, pero desgraciadamente Francia queda muy lejos. El principito cuenta: “¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!” Porque nos dice que solo tiene que arrastrar su silla unos pasos para poder apreciar el crepúsculo cada vez que quisiera ya que su planea es muy pequeño. Dice que las puestas de sol se ven cuando uno está verdaderamente triste.
María Fernanda Lara
En el cuarto día, el Principito le dijo a su compañero: “me encantan las puestas de sol”. Con esto su compañero comprendió una parte de la vida del Principito, ya que durante mucho tiempo ésta fue su única distracción. Un día, en su planeta de origen, vio cuarenta y tres puestas de sol. Su compañero nunca supo si en ese día, el de las cuarenta y tres puestas de sol, el Principito estaba verdaderamente triste.
Marlene Valladares González
EL BEBEDOR
En el tercer planeta que el Principito visitó, encontró a un bebedor que se hallaba en silencio y con un montón de botellas vacías y otro montón de botellas llenas. El principito quiso saber porqué bebía el bebedor, a lo que él respondió que bebía para olvidar la vergüenza. El Principito, queriendo socorrerle, lo siguió interrogando. El bebedor le respondió que quería olvidar la vergüenza que le daba el ser bebedor. El Principito, perplejo, se marchó. Esta visita al tercer planeta fue demasiado corta pero le provocó una gran melancolía.
Marlene Valladares González
Milagro de flor
En el planeta del Principito se encontraban flores simples en donde solo ocupaban un sitio de poca extensión. Por las mañanas aparecían entre hierbas y por las tardes se extinguían – según nos relata un amigo del Principito -. El Principito observó el crecimiento de un enorme capullo y poseía el convencimiento de que saldría de allí una aparición milagrosa como flor, por el hecho de que elegía con cuidado sus colores, se vestía lentamente y se ajustaba uno a uno sus pétalos.
Fanny Rocha
Planeta Asteroide
La tierra del Principito es pequeña, en donde él nos agrega que – derecho, camino adelante… no se puede ir muy lejos -. De este modo se constató el hecho de que el planeta de donde proviene tiene tan solo un tamaño mayor al de una casa. Aparte de los grandes planetas como la Tierra, Júpiter, Marte, Venus, a los cuales se les ha dado nombre, existen también centenares de planetas pequeños que difícilmente pueden ser distinguidos con la ayuda del telescopio. Cuando se logra el descubrimiento de alguno se le otorga el nombre de un número, como por ejemplo, “el asteroide 3251”. El planeta del cual venía el Principito era el asteroide B 612, este asteroide ha sido visto solo una vez con la ayuda de un telescopio en el año 1909 por un astrónomo turco.
Fanny Rocha
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