miércoles, 23 de noviembre de 2011

Editorial


Héroes del bajo perfil luchando contra de deporte rey
Un grato desempeño obtuvo Chile en los últimos Juegos Panamericanos realizados a Guadalajara. 43 medallas: una cifra histórica para el deporte criollo; nadie negaría la “garra” y el sacrificio que fermentaron nuestro atletas para alcanzar dichos resultados. Un ejemplo digno de admirar, pero también para reflexionar…
Llama la atención que justo en la fecha cuando se dio por terminado el torneo internacional, ese domingo 30 de octubre, se hicieron olvidar fácilmente esas 43 medallas y los logros cosechados. Es decir, bastó que se jugase esa tarde el “súper clásico del fútbol chileno” entre Universidad de Chile y Colo Colo, para que la prensa y la población se divorciaran por completo de los otros deportes que sobreviven en Chile, aquellos que “no son fútbol”.
Cuesta mucho, a causa del tiempo y del financiamiento, ser deportista en nuestro país. Hoy en día hay una Subsecretaria del Deporte encargada de regular y fomentar a los atletas de alto rendimiento, aún así el reconocimiento que reciben dichos deportistas es escaso en comparación a la popularidad mediática que reciben los futbolistas, y  quizás no todos  tengan el mismo nivel deportivo.
La gente prefiere comentar el fútbol: el opio del pueblo. Hay especialistas para todo tipo de jugadas y teorías en torno al desempeño que un equipo debe realizar para cosechar la victoria. “Es lo que vende”, lo que nos une como país (cuando juega la selección) y lo que más vemos en los noticiarios, por sobre la crónica roja o las noticias internacionales, el fútbol es lo que inconscientemente nos debería importar a todos. Ya no quedan espacios para los demás deportistas en las primeras planas ni en los auspiciadores de productos… bueno, hay casos excepcionales, tales como: Tomás González o Nicolás Massú, por dar un par de ejemplos.
La distinción entre ser deportista en Chile es incompatible con la definición a ser futbolista en nuestro país. Hay un claro estigma en el fomento hacia otros deportes, en la preparación a la que los atletas están sometidos (suponiendo que los equipos de fútbol chilenos pertenecen a la S.A) y a lo que satisface a la población en general: gritar un gol.
                                                                                                                 Editorial.





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